¿Bueno? ¿Malo? ¿Un malo bueno? No sabemos como definir a Pete Campbell, el eterno aspirante a las cosas y las cuentas importantes de Mad Men, el gregario de Don Draper que siempre está al acecho. Cuando Pete se desvanece, aparece Vincent Kartheiser, el actor que le pone cara, voz y arte, del cual mostramos hoy la curiosa cama que tiene montada en su apartamento de Hollywood.
Cuando Vincent tiene sueño, no tiene más que alargar los brazos y su cama baja de las alturas para procurarle un buen descanso. Extraña que una estrella de Hollywood tenga que recurrir a una solución como esta para optimizar el espacio, pero al parecer eso de tener una lujosa mansión no va con él.
La cama está en el centro de la casa, un espacio abierto estilo loft. Cuando no se necesita, descansa junto al techo elevada por un sistema de poleas con un pesado contrapeso de acero oculto. Una pantalla acoplada en la estructura la convierte en una gigantesca y pesada luminaria.
El cabecero, una sencilla lámina de madera, se convierte en una escritorio durante el día. De noche, o a la hora de la siesta, se despliega y aparece ella, toda sábanas, almohadones y edredón, dispuesta a convertir esa parte de la sala en un dormitorio cerrado por una tupida cortina roja.
A la vista de esta solución de vida, Vincent Kartheiser no es un tipo convencional. Lo tendré en cuenta la próxima vez que le vea mirar de reojo a Don. Ya me empieza a caer mejor este chico.
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