viernes, 11 de octubre de 2013
Etiquetas | Destacado, Inspiración, Salón, Últimos posts
Amarillo, un color que no a todos agrada, sobre todo a la hora de decorar. Solo los más atrevidos superan eso de -¿y si me canso pronto?- que a todos nos acecha al decidirnos por colores, estilos o muebles, y se lanzan a buscar esos detalles que marquen la diferencia. Porque una estancia con detalles amarillos se distingue por fuerza. Vamos a inspirarnos con estos cuatro ambientes con detalles en amarillo.
El amarillo es un color cálido, uno de los tres colores sustractivos primarios junto al magenta y el cian. ¿Alguna vez habéis cambiado los cartuchos de una impresora? Estos tres colores, junto con el negro, tienen la capacidad de poder formar, combinándose entre sí, todos los demás colores.
Está presente en la naturaleza, especialmente en las flores y en la pigmentación de algunos animales, en muchos casos como color de advertencia de toxicidad o mal sabor. En nuestro mundo artificial se utiliza como fondo de advertencias de peligro y en el ambiente teatral es un tabú.
En los cuatro ambientes que repasamos hoy predomina la neutralidad, rota por la presencia del color, que con tan solo unos pocos detalles marca carácter y no deja indiferente. En la primera imagen lo vemos al fondo en las sillas de la cocina, pero gana protagonismo en el recibidor con tan solo una lámpara y dos detalles sobre el aparador.
En el patio exterior de la segunda imagen vemos un ejercicio muy bien resuelto, con un conjunto de taburetes iguales que rodean la mesa de madera desnuda. La apuesta funciona gracias a que únicamente se ha pintado la estructura metálica, dejando las galletas de los asientos en un tono natural, acorde al resto del ambiente. Es el necesario equilibrio que este color necesita para triunfar.
Volvemos a ver un buen ejemplo de uso de un color intenso y complicado. Las sillas llevan gran parte del peso en este comedor, compensado por las patas en negro y moderado por la madera oscura de la mesa. Al fondo unos limones en el frutero ponen en situación y nos recuerdan que el amarillo es, a pesar de todo, un color amigo a tener en cuenta.
La última imagen nos muestra una pared amarilla en la que no hay pudor alguno. El blanco del resto de la estancia y la madera que se intercala entre ambas tonalidades hacen el resto. La bandeja añade un toque de picardía en la mesa y el taburete justifica y da razón de ser al conjunto.
Imágenes vía | Pinterest
Cuatro ambientes con detalles en amarillo para inspirar
Por
Marta Miranda
En
viernes, octubre 11, 2013
Comparte
Tweet
Amarillo, un color que no a todos agrada, sobre todo a la hora de decorar. Solo los más atrevidos superan eso de -¿y si me canso pronto?- que a todos nos acecha al decidirnos por colores, estilos o muebles, y se lanzan a buscar esos detalles que marquen la diferencia. Porque una estancia con detalles amarillos se distingue por fuerza. Vamos a inspirarnos con estos cuatro ambientes con detalles en amarillo.
El amarillo es un color cálido, uno de los tres colores sustractivos primarios junto al magenta y el cian. ¿Alguna vez habéis cambiado los cartuchos de una impresora? Estos tres colores, junto con el negro, tienen la capacidad de poder formar, combinándose entre sí, todos los demás colores.
Está presente en la naturaleza, especialmente en las flores y en la pigmentación de algunos animales, en muchos casos como color de advertencia de toxicidad o mal sabor. En nuestro mundo artificial se utiliza como fondo de advertencias de peligro y en el ambiente teatral es un tabú.
En los cuatro ambientes que repasamos hoy predomina la neutralidad, rota por la presencia del color, que con tan solo unos pocos detalles marca carácter y no deja indiferente. En la primera imagen lo vemos al fondo en las sillas de la cocina, pero gana protagonismo en el recibidor con tan solo una lámpara y dos detalles sobre el aparador.
En el patio exterior de la segunda imagen vemos un ejercicio muy bien resuelto, con un conjunto de taburetes iguales que rodean la mesa de madera desnuda. La apuesta funciona gracias a que únicamente se ha pintado la estructura metálica, dejando las galletas de los asientos en un tono natural, acorde al resto del ambiente. Es el necesario equilibrio que este color necesita para triunfar.
Volvemos a ver un buen ejemplo de uso de un color intenso y complicado. Las sillas llevan gran parte del peso en este comedor, compensado por las patas en negro y moderado por la madera oscura de la mesa. Al fondo unos limones en el frutero ponen en situación y nos recuerdan que el amarillo es, a pesar de todo, un color amigo a tener en cuenta.
La última imagen nos muestra una pared amarilla en la que no hay pudor alguno. El blanco del resto de la estancia y la madera que se intercala entre ambas tonalidades hacen el resto. La bandeja añade un toque de picardía en la mesa y el taburete justifica y da razón de ser al conjunto.
Imágenes vía | Pinterest