sábado, 14 de septiembre de 2013

Etiquetas | , , ,

La gotera del congreso

Comparte

Ay, si hubiera estado aquí aquella tarde cuando entró Tejero, las cosas hubieran sido de otra manera. Porque una gota cayendo a cada segundo, haciendo clock clock clock todo el rato descentra a cualquiera y el teniente coronel no hubiera tenido el temple suficiente para poner cuerpo a tierra a toda la cámara.

Quizá me conozcáis, soy la gotera del congreso, recién mudada al techo de la tribuna de periodistas del Congreso de los Diputados de España. Sí, allí, donde los gintonics low cost y los recortes. Fui una sorpresa para todos, aparecí de pronto tras un diluvio de septiembre. Ellos no lo sabían, pero me estuve gestando semanas, mientras el Presidente andaba missing por tierras gallegas.

Ya es mala suerte Mariano, justo en tu primer día de cole, cuando tenías la primera sesión de control del curso, voy yo y eclipso tu bronceado atlántico y tu plumier nuevo. Es que soy muy diva y sé hacerme notar. Me encanta ver a los diputados mirar hacia arriba con esa incertidumbre tan húmeda.

No sé qué hacer con tanta atención, han venido a hacerme fotos y yo, que en el fondo soy muy coqueta, he posado como una egoblogger. Ha sido tal la repercusión que los balazos del golpe, que llevan años bastante aburridos allí arriba, también posaron conmigo. Aquello parecía el photocall del hotel Ritz en una fiesta cuqui.

Después de mi puesta de largo llegaron unas señoras con el mocho en alto, que decían no se qué de la moqueta y luego, en un alarde de estilo, pusieron un contenedor de basura a mis pies. Qué poca clase, con lo que hemos sido. Tanto ujier, tanto ujier y tanta puñeta y mis aguas van a parar al fondo sucio donde viven las basuras. No somos nadie. Ya no se entiende el arte conceptual.

¿Os dije lo aburridos que estaban los balazos del congreso? Pues algunos, aprovechando el revuelo, se escaparon para siempre y andan a saber dónde a estas alturas. Y todos me echan la culpa a mí, lo que hace la envidia, oye. 

Creo que aquí no caigo muy bien, aunque dicen que afuera suscito una gran corriente de simpatía. Dice la arquitecta que me tiene neutralizada, que sus señorías pueden sacar sus iPads tranquilos sin miedo y ausentarse con la tranquilidad de que a la vuelta el escaño seguirá seco. Yo que ellos no estaría tan tranquila, aquí sigo, agazapada, quietecita, esperando el próximo chaparrón.

Crockpotting

Crockpotting
Todo sobre la olla de cocción lenta. Recetas y trucos para cocinar en Crock Pot.