miércoles, 12 de febrero de 2014

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Claves para integrar la cocina y el salón con éxito

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Las vemos a menudo en las pelis de Hollywood, en las series, en fotografías maravillosas de casas de ensueño: son las cocinas integradas en el salón, el ambiente único por el que muchos suspiramos, pero no tenemos el coraje suficiente como para empezar a mazazos con los tabiques.

Está claro que no se trata tan solo de echar abajo las paredes, para integrar la cocina en el salón con éxito hay que llevar a cabo una fina tarea de encaje, olvidando algunos elementos que nos son tan familiares en las cocinas y que en otras latitudes decorativas han enterrado para siempre.

Las baldosas


Seguro que si le dices a tu madre que vas a tener una cocina sin baldosas en la pared te mirará de esa manera que tú y yo sabemos y, tras recomponerse un poco del disgusto, te dirá –¿pero cómo vas a tener una cocina sin baldosas? ¿Es que la limpieza ya no te preocupa? ¿Qué será lo próximo? ¿Una vitrina sin juegos de café?

Algo de razón tiene la mujer, las baldosas, que antaño fueron la única opción que se contemplaba para revestir una cocina como es debido, aseguran una higiene correcta, ya que se puede pasar el paño sin temor a que se deterioren. Pero en la actualidad las pinturas plásticas murales se pueden lavar sin problema, por eso a la hora de planificar una cocina integrada tan solo hay que tener cuidado y revestir la zona de cocción con placas metálicas, vidrio, piedra o, vale, ¿por qué no?, baldosas.

Es muy importante que las paredes no delimiten el espacio, sino que sirvan de elemento de continuidad. No hay mejor manera de que un sofá, una mesa de comedor, una isla de cocina y un fregadero puedan convivir, que una suave transición. Que se lo pregunten a Phil y Claire Dunphy.

La cocina-salón-comedor de los Dunphy

Los suelos


Más de lo mismo. –¿Que no has puesto loseta en la cocina? ¡Qué insensatez, se te va a quedar el suelo hecho unos zorros!– Te parece que lo estás oyendo, ¿verdad? Uno tras otro, todos los arquitectos y especialistas en materiales de construcción que tienes en tu familia y grupo de amigos se echarán las manos a la cabeza.

Pero no hay motivo de alarma. De la misma manera que las paredes son un elemento de transición para integrar cocina y salón, el suelo define el espacio común. Una cocina integrada ganará enteros si comparte el mismo suelo que la zona de salón. Para ello hay que escoger pavimentos que sean resitentes a la humedad y que respondan a la estética deseada.

Podemos escoger entre suelos sintéticos que imitan madera o instalar parquet tratado con productos que repelen el agua. Los pavimentos de gres porcelánico también son muy buena opción, son resistentes y con una amplia variedad de acabados.

Odren, orden, orden


Sí, aquí está de nuevo tu madre con los consejos: orden, orden y más orden. Ten en cuenta que no vas a poder cerrar la puerta de la cocina y hacer como que no estás viendo el batiburrillo que hay montado. Dispón un armario para los pequeños electrodomésticos, dejando visibles solo los que usas más a menudo. Los armarios de persiana son muy prácticos en este caso.

Aunque, ¡qué demonios! también puedes rebelarte y colocar un colgador de cacharros sobre la isla de cocina, siempre que éstos sean bonitos y estén en buen estado. Si Bree Van de Kamp pudo ¿por qué tú no?

Los cacharritos de Bree

Armarios altos, pocos y muy bien escogidos


Deja espacio libre en la parte superior de la cocina, que las paredes respiren un poco o, si no es posible, escoge armarios que trasmitan sensanción de ligereza. Las puertas de vitrina funcionan muy bien, pero si piensas en ellas, no olvides tener los armarios bien ordenados.

Si tienes espacio suficiente, coloca una isla de cocina. Bueno, es una orden, pase lo que pase, coloca una isla de cocina, que para algo te has quedado sin tabiques. Además de fardar delante de todo quisqui que pase por tu casa, tendrás una gran superficie de trabajo y mucho espacio de almacenamiento, así que ya puedes ir liberando las paredes.

Ilumina con cariño


Los fluorescentes redondos con base cerámica están ya muy pasados, aunque tu madre aún no lo sepa. Convierte la iluminación en un elemento de unión colocando lámparas colgantes con pantallas en la zona de comer, sobre la barra o la isla de cocina. Si aborreces las lámparas, utiliza focos empotrados, ni te acordarás de dónde sale la luz.

Baja los humos


No, no me refiero a que tu carácter vaya a cambiar al tener un ambiente hollywoodiense en casa, sino a que si vas a unir cocina y salón, tendrás que asegurar una buena salida de humos. Escoge una campana extractora potente y estética, y comprueba el estado de la conducción. Que una casa tan cool no admite el olor a croqueta perenne en las cortinas, hombre.

Imágenes vía Jim Larrison en FlickrRekless Bliss, Steven Culp,

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